Saturday, August 19, 2006

Entretenimiento Maldito: Kid Chameleon

Situémonos: 1992, el año anterior SEGA había conseguido darle a Nintendo donde le duele con Sonic, un juego divertido y colorista con una mascota bastante más atractiva que un fontanero adiposo; parecía que la tendencia del momento serían los arcades de plataformas rápidos y brillantes…hasta que Kid Chameleon dijo “NO”.




En un principio Kid Chameleon parece un juego de plataformas del montón sin nada que ofrecer aparte de la variedad de habilidades que se consiguen al cambiar de máscara; los problemas empiezan a surgir tras pasar las primeras fases… creedme, la adicción que provoca este juego no es sana en absoluto, es la adicción masoquista provocada por algo que te está destruyendo poco a poco, la adicción provocada por un juego maldito que grita “Die!!” cada vez que pierdes una vida mientras aúllas desesperado porque era tu último continue y no hay posibilidad de guardar la partida.

En el apartado gráfico el juego muestra una paleta de colores apagados muy en consonancia con las fases en las que se desarrolla el juego: rascacielos, bosques tenebrosos, subterráneos más tenebrosos aún y ciénagas tenebrosamente putrefactas con la aparición ocasional de alguna fase con un despreocupado aire tenebrosamente hawaiano y un precioso cielo azul que podrás admirar mientras caminas por una cueva tenebrosa. El propio aspecto del protagonista es bastante demencial, una especie de versión enana de Mickey Rourke, con pantalón vaquero, camiseta blanca, gafas de sol y el pelo peinado hacia atrás; los cambios experimentados al recoger las máscaras empiezan de una manera que parece normal (un samurai, un caballero) pasa a ser extraña (¿un rinoceronte?) y termina siendo, para variar, una locura (¿Jason Voorhees?¿Un conductor de tanques zombi?¿¿!!Una mosca!!??) habiendo por supuesto una máscara que no sirve absolutamente para nada, salvo pasar un par de fases agónicas y tenebrosas.


La banda sonora es sobresaliente -si lo que estás buscando es la música que acompañará al Día del Juicio, claro- una sucesión de temas machacones que hacen que tu pulso se acelere y que tus manos suden; canciones que, por supuesto, se instalarán en tu cerebro durante todo el día, impidiéndote pensar en otra cosa y acompañándote incluso mientras duermes.

Los enemigos son tan desquiciados como el resto del juego, incluyendo hombres tiburón, cangrejos gigantes, monos zombi -o eso parecen- y las habituales bolas de colores que ignoran los fundamentos más básicos de la física con tal de molestar, aunque el lugar de honor está reservado al enemigo de fin de nivel que te persigue sin descanso: el Siskaboss, una gigantesca cabeza calva de ojos saltones sobre la que tendrás que saltar hasta que los mismos se le salgan de las órbitas.

A pesar de todo esto el juego todavía podría haber sido casi normal, pero los programadores se esforzaron por evitarlo; cuando juegues a Kid Chamaleon descubrirás que hay muchos caminos que llevan a la desesperación, que todos se cruzan y que no importa en qué orden termines las fases o utilices los teleportadores porque siempre llegarás a alguna de las fases conocidas como Elsewhere y todo tu esfuerzo por encontrar un orden lógico en el juego se esfumará de un plumazo.

Ahora estaréis pensando que no debéis acercaros a este juego mientras está encendido, que es un espanto y una aberración… puede que sí, pero si no os sentáis a echar unas partidas os estaréis perdiendo una gran experiencia, porque jugar a este juego es como arrancarse una postilla: duele y es desagradable, pero disfrutas haciéndolo.

1 comment:

Anonymous said...

Pues supongo que le hundire a usted si le digo q los de sega han sacado una nueva version exactamente igual para la play2 solo q con graficos y sonidos nuevos... han hecho lo mismo con el golden axe