Wednesday, June 20, 2018

Las Joyas Vandálicas de Le Pédant XXVI. Si no está roto, no lo arregles. Y si lo está, pues casi mejor que tampoco.

Si en la entrada anterior habíamos visto cómo se puede salvar una pintada totalmente inane y convertirla en un chascarrillo de primera, en la entrada de hoy -localizada al doblar la esquina en la que estaba la última pintada, menuda mina- veremos cómo a veces al intentar arreglar algo podemos convertir un petardo en una bomba de fósforo.

"Viki no eres muy fea"

El bienintencionado pero torpe segundo vándalo ha convertido una opinión que puede ser sencillamente ignorada en el inicio de una puya cruel y devastadora. De buenas a primeras se me ocurren algunas como:

Viki no eres muy fea, pero tu espejo ha pedido asilo en Suiza.
Viki no eres muy fea, pero el Hombre del Saco tiene miedo de que te escondas bajo su cama.
Viki no eres muy fea, pero tu madre sólo te sacaba de paseo en Carnaval.
Viki no eres muy fea, pero el que montó la orla de tu promoción sigue yendo a terapia.

Así pues, que esto sirva como advertencia, porque le camino hacia el infierno está pavimentado con buenas intenciones. Y con la cara de Viki.