Monday, March 21, 2011

Porque Yo Lo Digo: Orgullo y Prejuicios

El orgullo como concepto me lleva rondando la cabeza una buena temporada, creo que desde que vi que el periódico La Gaceta utilizaba el slogan “Orgullosos de ser de derechas”. Mi opinión es que esta frase no tiene sentido, no se puede estar orgulloso de ser de derechas, ni de izquierdas, ni de centro ni de no tener el más mínimo interés por la política porque es algo que nosotros elegimos y, viviendo en una democracia, esa elección no nos supone el más mínimo riesgo o esfuerzo.

¿Podemos sentirnos orgullosos de algo que simplemente escogemos? Yo creo que no. Estar orgulloso de elegir un partido al que seguir es tan ridículo como sentirse orgulloso de que nos guste más el color verde que el amarillo, más que orgullo supone un despliegue de hybris que impresionarían al mismo Jerjes. Creo sinceramente que el orgullo verdadero sólo puede sentirse por aquello que nace del esfuerzo y, a ser posible, del sufrimiento. Nelson Mandela puede sentirse orgulloso de su posición política porque se jugó el pellejo por ella, pero que la caterva de sofistas y demagogos que plagan la vida política y periodística de nuestro país se sientan orgullosos de elegir un color político y seguir cerrilmente sus preceptos me parece insultante. Cuando este orgullo lo muestra el ciudadano de a pie es casi peor.

Así que antes de caer en el orgullo vano y sacar pecho por algo que no tiene más implicaciones éticas que escoger un plato combinado en una tasca les recomiendo que se detengan un minuto para reflexionar, puede que así aprendan una lección de humildad y, tal vez, sean un poco más sabios.